Y lo peor de todo es que TODOS (o casi) hemos vivido en mayor o menor medida de esa obsolescencia, puesto que en el primer mundo hemos basado nuestras economias en un siempre creciente consumismo absurdo de bienes prescindibles.
Detenerlo es resetear la economia y es lo que toca, pero no sera indoloro ni facil.
Hasta luego.